Por Jarlen Espinosa.
Bonao, RD. – Momentos de terror e impotencia se vivieron en las aguas del río Fula en Bonao, provincia Monseñor Noel, con la crecida de la cuenca acuífera que arrastró al menos a cinco personas.
En horas de la noche del pasado martes, varias personas se encontraban compartiendo en Fula, río que es visitado como balneario por quienes acuden al lugar para disfrutar de las aguas y la decoración de sombrillas, para lo que alquilan mesas, llevan comida o la compran en los negocios instalados allí.
Lo que debió de ser una linda experiencia, se convirtió en una lamentable tragedia que llevó dolor a los familiares de las cinco víctimas que murieron ahogadas.
El martes en la noche estaba lloviendo, se percibía como la corriente iba tomando fuerza, y, de repente, como ladrón por la noche, la crecida llegó llevándose todo a su paso.
No sabemos cuáles son las medidas que toman los dueños de los centros comerciales instalados en el lugar, pero, de que hay que tomar medidas, hay que tomarlas, sobretodo cuando está lloviendo, puesto que, no es la primera vez que este río crece y las personas deben salir huyendo, algo que debería y puede ser evitado.
No es nada alentador escuchar a una persona gritar «auxilio, auxilio» desesperada, aterrada por la fuerte corriente que le arrastraba, mientras la impotencia se apoderaba de aquellos que intentaron ayudar a cuantas personas le fue posible.
No todos lograron escapar, que pena…