Por El Domi.
Santo Domingo. – Varios medios se han hecho eco del asesinato a los presuntos delincuentes del sector La Ciénaga en el Distrito Nacional, donde cayeron abatidos a manos de agentes policiales José Miguel Calderón (alias «Bombo») de 20 años y otros tres integrantes de la supuesta banda «Los Menores», quienes habrían estado cobrando dinero a comerciantes para que estos no sean atracados.
Debemos analizar detenidamente este punto, puesto que, se supone, que es la Policía Nacional quien debe cuidar que los comerciantes y habitantes de los diferentes barrios puedan ejercer sus labores y transitar con libertad sin el temor de ser asaltados, no los delincuentes, ya que atracar forma parte de sus fechorías.
Sin embargo, la uniformada está llamada a una profunda revisión interna, especialmente cuando la seguridad ciudadana en algunos barrios está a cargo de los delincuentes del lugar, que aunque hacen sus actos delictivos en otros sectores, cuidan que otros no lo hagan en el suyo.
Si indagamos dentro de las funciones que dice la propia entidad policial tener, bastaría con mencionar solo 2 de las 17 que poseen, para darse cuenta de que los supuestos delincuentes estaban cobrando dinero por hacer el trabajo de la Policía.
Por ejemplo; preservar la vida, la integridad física y moral de las personas, y, prevenir y controlar la delincuencia y criminalidad, son las 2 de las 17 funciones que tiene la entidad en cuestión.
Entonces, aunque se ha vendido con “bombos y platillos” el asesinato de Bombo, lo cierto es que sigue siendo necesaria una reforma a través de la cual se genere un accionar efectivo de parte de la Policía, se castigue los contubernios que puedan existir entre agentes y delincuentes, y toda práctica insana que empaña la entidad y afecta de manera directa a los dominicanos de bien.